Cuando hablamos de estaciones portátiles de energía hay que entender un poco sobre los diferentes tipos de química que se utilizan para fabricar la baterías. Algunos de estas son ion-litio, ion-sodio, plomo acido, nickel o litio-ferrofosfato (LiFePO4 o LFP).
El estándar actual en la industria de baterías para equipos solares es LiFePO4 o LFP. Este tipo de batería tiene una serie de ventajas sobre el resto que incluye:
- Mayor seguridad cuando se compara con otros tipos de batería. Estas tienen una probabilidad muy baja de sobre calentarse o de explotar si son perforadas por accidente.
- Una vida útil que es superior a la vida util que encontramos baterías de ion litio. Algunas de estas baterías pueden llegar hasta 3,000 ciclos (carga y descarga) comparado con menos de mil ciclos que brindan algunas baterías de ion litio. Una batería LiFePO4 puede mantener el 80% de su capacidad original para almacenar energía luego de 10 años.
- Un costo menor a largo plazo. Aunque inicialmente son más costosas que las baterías de plomo-ácido o ion litio, la mayor vida util de estas hace que el retorno de la inversión sea mejor.
- Mayor resistencia a altas temperaturas como las que caracterizan a Puerto Rico sin afectar su vida útil.
- Un rendimiento superior a otras tecnologías que solo permiten utilizar un porciento de su capacidad antes de comenzar a disminuir su potencia.